SINOPSIS:Zack Brown (Seth Rogen) y Miriam (Elizabeth Banks) son amigos desde el
instituto y comparten apartamento junto con un montón de facturas
impagadas. En una fiesta se reencuentran con un antiguo
compañero de del colegio que se ha convertido en una estrella del porno
y gracias a él se les ocurre que podrían hacer frente a sus deudas
rodando una película porno casera con ayuda de sus amigos.
Zach y Miri hacen los castings, contratan al equipo y escriben el
guion. Durante este proceso se darán cuenta que sienten algo el uno por
el otro. El problema de¿Hacemos una porno? es su planteamiento. La
película arranca con la presentación de sus dos personajes
protagonistas, dos amigos de toda la vida que viven juntos desde hace
una infinidad de años y, sin embargo, entre ellos no hay nada más que
simple y pura amistad. Durante el visionado del filme da la
sensación de que el guionista se tiene que ver forzado a explicar
aspectos de la trama. Tal es la obligación que tiene de verosimilitud
que la explicación nunca es racional y queda más como un parche que
como elemento que haga fluir la acción con naturalidad. Desde el
principio, como digo con la presentación de los personajes sucede esto
y la película se ve abocada al absurdo desde el primer momento. Porque
uno puede admitir un primer sinsentido pero cuando se añaden varios
sentidos, todo se convierte en desarrollo absurdo que pierde el
atractivo.