SINOPSIS:Basada en la primera de la serie de novelas escritas por Stephenie Meyer.
Cuando la madre de Bella Swan (Kristen Stewart) empieza a viajar con su
nuevo marido, la joven de 17 años no tiene más remedio que abandonar su
hogar en Phoenix y volver a vivir con su padre en la minúscula
localidad de Forks, en el estado de Washington. Tras el incesante sol
de Arizona, el brumoso clima gris de Forks resulta bastante exótico
para Bella, al igual que sus nuevos compañeros de clase, la familia
Cullen. Increíblemente atractivos y sumamente reservados, no se parecen
a nadie que haya conocido, en más sentidos de lo que imagina.
Los Cullen son una familia de bebedores de sangre inmortales. Durante
décadas, siglos para algunos, se han autoimpuesto la disciplina de
consumir únicamente sangre animal, lo que los convierte en el
equivalente a los "vegetarianos” del mundo de los vampiros. Se ocultan
bajo el nublado cielo de la península de Olympic, llevando una vida lo
más normal posible, apartados de los demás, para proteger su secreto.
Bella siente especial fascinación por Edward Cullen (Robert Pattinson),
pero su nuevo compañero de clase guarda las distancias. En realidad, la
atracción que siente por ella es abrumadora y teme que su autocontrol
no baste para dominar sus instintos vampíricos. Bella es el alma gemela
que lleva 90 años buscando, pero su olor amenaza con sumirlo en un
frenesí irrefrenable por alimentarse.
Incapaz de resistirse a pasar tiempo con Bella, Edward le desvela su
secreto con la esperanza de ahuyentarla, pero solo consigue que la
adolescente quede más prendada de él. Pronto, la joven pareja resulta
inseparable y la lucha interna de Edward se intensifica ante el
devorador deseo de Bella de convertirse en uno de ellos.
A medida que Bella descubre el mundo de Edward, se lanza de cabeza a un
emocionante y aterrador romance, que llama la atención de un grupo de
vampiros nómadas que no tienen los mismos escrúpulos que los Cullen
sobre la sangre humana y deciden convertirla en su próxima víctima.